Hoy, 13 de enero de 2016, es para mí lo que podría denominar "El día después". Hace referencia a un hito importante en mi vida, porque hoy es el día después de haberme retirado oficialmente de los estudios de coreano en la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona Drassanes. Empecé a estudiar coreano por mi cuenta a principios de 2012 y me matriculé en la E.O.I.B.D. en el curso intensivo de verano de julio de ese mismo año. A partir de ese momento y hasta el 11 de enero de 2016 siempre he estado estudiando coreano a excepción de cinco meses debido a una doble operación de cataratas que me dejó ese largo tiempo sin poder estudiar haciendo que se me olvidara la mayor parte de lo aprendido desde 2012 y que fue la causa de multitud de dudas que se generaron en mi interior pues una parte de mí quería seguir pero otra no quería. Eso ya lo conté aquí.
Y hoy me he despertado en el "día después". Sé, por el Facebook, que ayer hubo la tutoría anunciada el último día de clase antes de las vacaciones de Navidad, con la proyección de una película coreana mientras Sonsengnim iba llamando a las/os alumnas/os de una/o en una/o para corregir los deberes de Navidad, el diario de cada día y las redacciones que habiamos hecho en el primer trimestre.
Como siempre me acuesto hacia las 3 de la madrugada, me suelo levantar a las 10.00 y de 11.00 a 13.30, solía estudiar coreano, cuando podía, ya que últimamente mi inconsciente me inducía dolor de cabeza a los 15 minutos de ponerme. Pero hoy tenía la mañana libre delante de mí y he optado, después de bajarme el correo de Internet y responder algún mail, por poner orden en la sección de comics de Superman que recogen todas las colecciones de 1961 a 1966. Hacía 2 ó 3 años que tenía esa sección de mis estanterías desordenada, debido a haber estado metiendo y sacando de sus estantes diferentes comics que después de usarlos para escribir algún artículo no los había vuelto a dejar en su sitio. Aún no he terminado, sólo he conseguido ordenar loas años 1966 y 1965 y entre esta tarde y mañana espero dejarlo terminado.
Pero lo más llamativo para mí, ha sido que he cumplido un deseo que tenía en mente hace un tiempo y que era algo que no hacía desde 1982 en Madrid, cuando estuve viviendo durante dos meses y medio en la calle Leganitos, al lado de la Plaza de España, como se puede ver en la imagen de arriba en la que aparecen abajo a la derecha mi esposa y mi hija que me acompañaron en lo que resultó ser una de las épocas más felices de mi vida. Dentro de ese período teníamos una costumbre muy madrileña que era desayunar en un bar un café con leche con churros y porras.
La cosa se empezó a gestar en mi cabeza hace varios meses, cuando en mis paseos diarios de después de comer, pasaba por una churrería del Paralelo y veía los churros y las porras, pero no me decidía a comprar, hasta que hoy me han venido a la cabeza aquellas mañanas en Madrid desayunando el mencionado café con leche con churros y porras, así que me he decidido y he comprado el material que serviría de deleite y recordatorio de otras épocas y, para completar el deseo, me he ido a un bar cercano a mi casa y me he metido pidiendo un café con leche caliente sentándome en una mesa y tomándomelo untando los churros y las porras. ¡Delicioso! Todo lo que me rodeaba, las personas que se hallaban sentadas a mi alrededor, han desaparecido y se ha producido una combinación perfecta de sabores y recuerdos de 1982. Por la tarde, seguiré ordenando las colecciones de Superman y quien sabe qué más cosas haré hasta las 3 de la madrugada.
